La UNESCO,
siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura, fue fundada el 16 de noviembre de 1945 con sede en
París (Francia).
La Dieta
Mediterránea (DM) fue reconocida por este organismo en el año 2010 como
Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, compartido por cuatro países: España,
Grecia, Italia y Marruecos. En 2013 se amplió a Croacia, Chipre y Portugal.
La
denominación de Dieta Mediterránea fue introducida por el nutricionista
norteamericano Prof. Ancel Keys en la década de los 50. Sin embargo, ya en la
antigua Grecia y en el imperio romano el patrón de alimentación era similar
pues consistía principalmente de pan, aceite de oliva y vino; e incluía
verduras, queso, algo de carne y pescado. Patrón transmitido durante
generaciones hasta hoy, en la dieta que nos ocupa.
La DM es
el modelo alimentario más descrito por sus bondades en todo el mundo. Pero es
que además incluye una serie de conocimientos, prácticas y habilidades
relacionados con los alimentos. Desde el cultivo, la recolección, la conservación, la transformación, el cocinado, los rituales de consumo y las tradiciones. Además, el
hecho social de comer en familia o en grupo (comunidades) permite el desarrollo
de valores de convivencia y hospitalidad.
En la base
de esta dieta - “sistema de vida” y "valiosa herencia cultural"- hay alimentos a consumir diariamente como
cereales (pan y pasta), legumbres, frutas, hortalizas, verduras, lácteos,
aceite de oliva y pescado; con moderación, huevos, carne (mejor la blanca),
frutos secos y vino. Se deben tomar pocos azúcares de absorción rápida, poca
sal y el mínimo de alimentos procesados. Todo ello, acompañado de la ingesta de
un litro y medio o dos de agua y actividad física regular. ¡Una dieta saludable
y sostenible!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.