lunes, 29 de marzo de 2021

Callos a la madrileña

 

directoalpaladar.com

          Los callos, del latín "callum", según el diccionario de Antonio de Nebrija (finales del siglo XV), eran "cada uno de los pedazos de estómago de la vaca o carnero que se comen guisados".

          Según el médico y escritor Mateo Alemán, en su libro "Guzmán de Alfarache", crea una diferencia entre tripas (la parte más tenue del intestino) y callos del vientre, que era lo más consistente.

          Hoy en día no existe ninguna diferencia en estos despojos o tripas, que forman parte de los menudillos que los cocineros denominan callos y comprenden ambos pedazos, así como a los morros.

          En Francia se llaman "tripes" a los callos y forman parte de los despojos, a los que llaman "abats". Todo ello puede confundir a los que deseen elaborar este plato.

          La cocina de los despojos siempre fue una cocina popular. Se solía comer en las tabernas. Más tarde pasó a convertirse en platos clásicos y familiares. Los comían personas de encopetado abolengo, como los que frecuentaban Lhardy (restaurante madrileño).

https://lhardy.com/menu/callos-a-la-madrilena/

          Este plato existe en todas las cocinas de España, desde el Pías Vasco a Andalucía, La Rioja, Cataluña. Pero el nombre que ha quedado para el recuerdo es el de callos a la madrileña.

NOTA

          En Cataluña también se solía decir "menjar cap i pota".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.