jueves, 19 de julio de 2018

Vinos dulces del mundo y cuatro quesos azules



Por mucho que el detox haya enloquecido a los amantes de la vida sana, fugitivos de toxinas, no hay dieta equilibrada que se resista a un buen queso maridado con zumo de uva fermentado.   Porque perseguir una alimentación saludable no debe estar reñido con darse ciertos homenajes, especialmente si uno no sobrepasa los límites que su cuerpo está dispuesto a ingerir. Cómo aseguran ciertos biógrafos de Darío, rey de Persia, él mismo redactó su propio epitafio, que así rezaba: “Aquí yace un hombre que ha sabido beber mucho vino y lo ha soportado siempre sin perder la cabeza”. Esta y otras anécdotas báquicas, o de la borrachera, se recogen en el epílogo de Vinos dulces del mundo y cuatro quesos azules, “un hedonista recorrido por los grandes vinos del postre del mundo”, como señala Miguel A. Torres en el prólogo del libro con el que Sara Castellví de Simón nos acerca esta particular visión del arte culinario.
Como buena historiadora que es, Castellví desgrana los orígenes del vino dulce, su elaboración y envejecimiento, y también nos regala la relación de los principales caldos (según procedimiento de elaboración), con su clasificación y país de procedencia: el barsac de Francia, el mundialmente famoso madeira de Portugal, la tradicional malvasía, de diversos países mediterráneos, procedentes de Catalunya, según cierta versión, siendo la de Sitges la más auténtica, el italiano y picante Moscato d’Asti, etc.
Una completa cata literaria que se complementa con la presentación de los principales quesos azules para paliar la embriaguez, ya que aunque “el maridaje entre trago y bocado no suele ser fruto de una ciencia exacta, como norma general, los vinos dulces, combinarán con este tipo de queso, pues consiguen realzarse mutuamente”.
Así lo afirma la autora de esta lectura, que aclara el nombre genérico de estos tipos de quesos elaborados con leche de vaca u oveja que presentan partes de color azul verdoso gracias a los hongos (mohos) que han crecido en su interior, a los que se les suponen propiedades cancerígenas precisamente por el compuesto producido por los mismos.
El asturiano cabrales, procedente de los Picos de Europa, el gorgonzola, elaborado en una población cercana a Milán dedicada casi en su totalidad a su producción, el roquefort, que toma su nombre de la localidad francesa de Roquefort-sur-Soulzon, y el stilton, o compañero natural del vino de Oporto, abren el apetito, encienden el deseo de saber más sobre gastronomía y otras anécdotas, como cuando en cierta ocasión, Victor Hugo le preguntó a Balzac la diferencia entre el vino y la mujer y éste le respondió: “el vino ambiciona siempre ser más viejo; la mujer, más joven”. ¡Qué perspicaz!
http://blogs.lavanguardia.com/ailof/sobre-vinos-dulces-quesos-azules-y-un-poco-de-ingenio-49081

COMPRAR:
https://www.profiteditorial.com/libro/vinos-dulces-del-mundo-y-cuatro-quesos-azules/

Presentación del libro en la Casa del Llibre de Barcelona. De izquierda a derecha, el Sr. Miquel Torres, Sara Castellví y José María Simón 

Vista del público en la presentación de Vinos dulces...




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