La Medicago sativa es una planta leguminosa papilionácea. Dura varios años y echa brotes nuevos herbáceos que pueden llegar a un metro del altura. De las hojas salen unas flores de color azulado o violáceas. El fruto es una pequeña legumbre acaracolada.
Florece en primavera y se prolonga hasta el verano. Se cultiva en grandes extensiones en toda la Península. También se encuentra en estado salvaje. Es una planta forrajera empleada hasta hace poco para alimentar el ganado.
Los árabes la llamaron "alfasasat" y el botánico Andrés Laguna (siglo XVI) hablaba de ella y ya la nombraba como alfalfa.
Se llamaba antiguamente mielga, quizá por venir de la región de Media en Italia. Las hojas tiernas se empezaron a introducir en la alimentación humana en lugar de las espinacas. Son ricas en vitaminas.
Es una reserva natural de silicio. Incluir germinados de esta leguminosa en una buena y sana idea para preservar la juventud de la piel y mantener los huesos en forma. Mejora el aspecto del cabello y refuerza las uñas quebradizas. Son crujientes y ligeros, ricos en fitoesteroles, por lo que alivian los sofocos de la menopausia y ayudan a frenar el avance de la osteoporosis. Su riqueza en vitamina K mejora la circulación de la sangre y aumenta la resistencia de los vasos sanguíneos.
NOTA
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