lunes, 13 de mayo de 2024

La francesa sopa de cebolla

 


          La cebolla es el fruto de una planta liliácea originaria de Oriente. Ya era conocida por los antiguos griegos. Creció en el Mediterráneo y es base de cientos de platos de nuestra cocina y de la centroeuropea.

          La "soupe à l´oignon" es un plato que los campesinos solían tomar en épocas frías. Lo popularizó el ex-rey de Polonia Stanislas Leszczynski, que la había conocido durante uno de sus viajes a la Lorena francesa para visitar a su hija María, esposa de Luis XV (1710-1774). Se la sirvieron en la posada de CHalons donde pernoctaba. Le gustó tanto y la encontró tan excelente que no quiso marcharse sin antes aprender a elaborarla él mismo. 

           También en el siglo XIX, los noctámbulos parisinos acostumbraban a ir a Les Halles, el mercado de la ciudad, a comer una caliente sopa de cebolla como resopón.

          La fórmula es tan sencilla como sigue: se dora en mantequilla y en sartén cebolla finamente cortada, se le añade una cucharada de harina y se cubre con agua salada caliente. Hay quien utiliza caldo, aunque los puristas lo desaconsejan... Se añaden unas rebanadas de pan tostado cortadas muy finas. Se espolvorea todo con queso rallado y se gratina en el horno.

NOTA

          El gratinado se empezó a hacer a finales de siglo.

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