Parece ser que el médico griego Hipócrates, considerado el padre de la Medicina, ya en el siglo V antes de Cristo había intuido la posibilidad de extraer principios nutritivos de la carne y preparar caldos reducidos para los enfermos.
Durante varios siglos se realizaron experimentos para extraer caldo de carne. No fue hasta 1862 cuando el químico alemán Justus von Liebig consiguió elaborar industrialmente extracto de carne. Era fácil para el ama casa. Se utilizaban las carnes más magras de la ternera, retirando las partes grasas o gelatinosas con una cocción especial. El resultado concentrado se llamó "extractus carnes". Daba sabor natural el glutamato monosódico.
En 1865, Liebig fue escogido como marca de comestibles, especialmente para el extracto de carne.
NOTA
El extracto de carne entra también en los cubitos para caldo. En porcentajes variables, según la marca. También lleva grasas, sal y aromas naturales.
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