martes, 27 de septiembre de 2022

Pollo al chilindrón

 


          La palabra "chilindrón" aparece escrita por primera vez en castellano en 1611. Definía un juego de naipes, bastante complicado, en el que las tres últimas cartas (sota, caballo y rey) se llamaban chilindrón.

          La palabra femenina chilindrona nos habla que es cosa de poca monta o de entretenimiento y jolgorio. Con el tiempo, en el antiguo Reino de Aragón, el chilindrón nombró a este plato, una contradictoria mezcla que, hasta cierto punto, aúna las dos definiciones.

          Aplicada a la cocina, es un aragonismo que no entró en el diccionario de la Real Academia Española hasta 2004. Define un producto genuino de la cocina aragonesa.

           La preparación es relativamente sencilla. Se hace allí con pollo troceado y se guisa con aceite en cazuela de barro. Tradicionalmente lleva tomate, pimiento, jamón a tiras (las tres cartas...) y un majado de ajo y perejil, procurando que la carne del pollo quede tierna y se desprenda del hueso. El conjunto debe quedar más bien seco, como una fritanga. Se puede adornar con tiras de pimiento encarnado si se desea.

          En épocas no muy lejanas, en Aragón, los pollos a la chilindrón eran tan populares que no había jolgorio o fiesta campesina donde no se preparara. Con preferencia a otras viandas (¿chilindrona?).

NOTA

          Hoy se utiliza a veces cordero u otro ingrediente.

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