La lamprea del Mediterráneo o del Atlántico es un pez muy voraz, totalmente cartilaginoso, de hasta un metro de longitud. No tiene agallas ni escamas. Su boca, provista de fuertes dientes, tiene forma de ventosa con la que chupa la sangre de sus víctimas. Su piel tiene manchas oscuras.
Es un pescado azul. Debe escaldarse antes de pelarse y trocearse, retirando su nervio central. Se reserva la sangre. Se prepara como las anguilas.
Su receta más célebre es "a la bordelesa". En cazuela con mantequilla, ajos y pimienta, se hierve 15 minutos a fuego vivo cubierta con vino tinto. Se cuela. Se penen de nuevo las rodajas, alternando con puerros troceados dorados en mantequilla y magro de jamón en daditos. Se vierte una salsa rubia hecha con harina y el líquido de la primera cocción del pescado. Se hierve 10 minutos junto con la sangre reservada. Se adorna con triángulos de pan frito.
Breve historia
En las sátiras del poeta Horacio, la lamprea aparece como uno de los pescados de lujo más apreciados por los patricios romanos.
San Luis, rey de Francia, se hacía llevar la lamprea desde Nantes, capital hoy del departamento de Loira Atlántico.
Se dice que Enrique I de Inglaterra murió de un empacho de lamprea. Hoy son reputados los patés de lamprea de Gloucester, en Inglaterra occidental.
El escritor francés Michel de Montaigne (1533-1592) menciona en su libro "Les Essais" (Los Ensayos) que ofrecía a sus numerosos invitados, en el castillo del Périgord, entre otras exquisiteces, lamprea aderezada con vino de Burdeos.
En España forma parte de la gastronomía gallega. En Portugal es famosa la lamprea do rio Minho".
http://www.hggtonline.com/2014/02/lamprea-prato-de-excelencia-no-vale-do.html
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