La trufa blanca (Tuber magnatum) es un hongo silvestre hipogeo, crece bajo tierra, que aparece de octubre a diciembre. Es la más famosa y la cotizada de las trufas, un prodigio de la naturaleza. Es el diamante efímero, el oro blanco de la gastronomía. Se originó en Alba, el corazón del Piamonte, región italiana del noroeste, entre las montañas del Valle de Aosta, los Alpes y los Apeninos. Piamonte significa: al pie de las montañas. También se halla en Asti y en algún lugar del Adriático.
No se cultiva en plantaciones. Solo crece espontáneamente. Es la única trufa que no ha podido ser domesticada con éxito. Prospera únicamente en entornos boscosos bien conservados. Crece en simbiosis de ciertos árboles. Su recolección es un arte transmitido de generación en generación. Los buscadores guardan los secretos de las zonas truferas...
Es la más difícil de encontrar y la más cara. Su precio puede ser astronómico, según su escasez, tamaño y temporada. El kilo oscila entre los 2000 y los 6000 euros. Según la prensa italiana el año 2024 fue muy malo, por escasa cosecha y pequeño tamaño de las trufas: llegó a pagarse a 8000 euros el kilo...
Es de color beige, con bastante olor y ligero sabor a ajo; una fragancia embriagadora, potente, única, delicada, volátil Como una mezcla inconfundible de ajo, queso curado e incluso con notas sulfurosas y algunos tonos picantes.






