lolitalapastelera.com |
La horchata de chufas es una bebida típica del Levante español. Un refresco natural no alcohólico para los días calurosos que, además, tiene un sinfín de propiedades saludables para nuestro organismo.
La palabra "horchata" procede indirectamente del latín "hordeata", que significa "hecho con granos de hordio (cebada)". Este nombre se aplicaba antiguamente al agua de cebada machacada, bebida que se tenía por medicinal.
En la actualidad existen varios tipos de horchatas según sean los granos, semillas o pepitas con las que se elaboren (almendras, calabaza, chufas, etc.).
La que nos ocupa está hecha a base de chufas, unos pequeños tubérculos subterráneos de color parduzco, piel rugosa y carne o pulpa blanca y compacta, producidos por una planta herbácea de la familia de las ciperáceas llamada Cyperus esculentus o Juncia avellanada. Crece un palmo bajo tierra y tiene entre 30 y 50 cm de altura, siendo las chufas unos tubérculos de unos 8 mm de diámetro que se forman en sus raíces. De niños las tomábamos con placer en ferias y circos, dentro de unos cucuruchos de papel que los feriantes vendían a nuestros padres.
La planta se siembra entre marzo y abril y sus frutos se recolectan de mediados de noviembre a mediados de diciembre. Unas vez recogidas las chufas, y despojadas de sus pequeñas raíces, se lavan abundantemente y se dejan secar durante tres meses, en recintos especiales, extendidas en capas de 10 a 20 cm de espesor, removiéndose diariamente para evitar fermentaciones, después de una cuidadosa selección.
Una vez secas, se prensan y baten hasta conseguir una mezcla homogénea. Esta leche de chufas, como se conocía antiguamente, se elabora mezclando la pasta conseguida, con agua mineral y a veces azúcar, aromatizándola, según su fabricante, con canela o corteza de limón. La pasta se puede pasar por un filtro. Una buena medida sería medio kilo de chufas por cada litro de agua.
Se dice que las chufas fueron traídas a España por los árabes en la Edad Media, difundiéndose especialmente por Valencia y Murcia.
La horchata de chufas ya era consumida en el siglo XIV, aunque parece ser que el rey Jaime I ya la había probado al conquistar el reino de Valencia.
El Papa Benedicto XVI, después de la misa del Encuentro mundial de las familias que tuvo lugar en Valencia en julio de 2006, se hidrató con horchata y elogió mucho esta refrescante bebida.
Además de refrescante, la horchata es energética por sus hidratos de carbono, digestiva, azucarada, rica en minerales ( calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasio) amén de vitaminas E y C. No contiene lactosa ni gluten, es pobre en sodio y casi no tiene colesterol.
Se trata, pues, de una de las opciones más saludables para refrescarnos con una bebida de sabor delicioso.
NOTA: La horchata de Valencia está protegida por su D.O. (Denominación de Origen).