martes, 2 de junio de 2020

El cruasán

elmundo.es

          El cruasán, del francés "croissant", es una pasta hojaldrada de origen vienés en forma de media luna.

          El pan en forma de luna en su cuarto menguante o "panis lunatis" es muy antiguo, pues al parecer ya lo elaboraban algunos monasterios alemanes en el siglo VIII. Sin embargo tal como lo conocemos hoy en día , verdadero rey de la bollería mundial, su invención se remonta a finales del siglo XVIII en la Viena asediada por los turcos.

          Los soldados otomanos, después de varios intentos de asalto, no lograban vencer la resistencia de la cerrada capital austriaca. Decidieron entones hacer un túnel y pasar por debajo de las murallas, para lo que trabajaban de noche pensando que en aquellas horas no habría nadie despierto. Pero no pensaron en los panaderos, que al oír el ruido de picos y palas, dieron la voz de alarma. Así fue como los vieneses obligaron a los asaltantes a levantar el cerco. Tal derrota a las puestas de Viena, la batalla de Kahlenberg, marcó el declive otomano.

          Durante su huida los turcos dejaron tras de sí numerosos sacos de café. Parte de los mismos fue entregada a un comerciante polaco llamado Georg Kolschitzky como recompensa por su valiosa cooperación durante la contienda. El avispado comerciante inauguró en 1683 una tienda-café - la" Botella Azul"- en la que servía la bebida turca. Para acompañarla y suavizar su amargor la servía con una pasta hecha de pan pero mejorada, en forma de media luna, en mudo agradecimiento por el éxito conseguido, como la insignia que decoraba la bandera turca y recordar la victoria sobre el invasor.

          Llamó a la pasta "halbmond" (medialuna, en alemán). O cuernecillo, como los austríacos llamaban despectivamente el emblema turco de la media luna. En francés se tradujo por "croissant", cuarto de luna creciente.

          Según un escritor francés, fue María Antonieta de Austria quien introdujo los cruasanes en Francia, al casarse en 1770 con el delfín de aquel país, el futuro rey Luis XVI.

NOTA

          En agradecimiento a su valiosa ayuda, el emperador de Austria Leopoldo I concedió a los panaderos algunos privilegios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.