Canal Cocina
El cocinero Sacha Hormaechea, del clásico restaurante madrileño Sacha, diseñó en 1972 esta curiosa tortilla para vagos. Fue gracias al arquitecto Rafael Moneo, que siempre le pedía un revuelto como el que le hacía su abuela pero que no siempre acertaba. Debido a lo mal que lo hacía, un día decidió cuajarla únicamente por un lado. Quedó así a gusto de su cliente.
La elaboración de sencillez viene del hecho que no hay que darle la vuelta, labor difícil para los no iniciados. Además, mantiene su sabor y su esencia.
Para hacerla se sofríen los ingredientes que deseemos incluir, a parte de las patatas. Se baten los huevos, se ponen en una sartén con algo de aceite y por encima se coloca lo sofrito. Se deja a fuego medio para que cuaje por debajo, es decir, de un lado, y se apaga.
No se le da la vuelta a la tortilla, con lo que se evita el espectacular giro de muñeca de la tortilla clásica.
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