lunes, 8 de febrero de 2021

Ayudantes del bien comer

 

Odessa

          Los cubiertos son un servicio de mesa compuesto al menos de tenedor, cuchillo y cuchara...

Primer plato

          El "mazarine" francés es el antecesor de nuestro plato hondo. El cardenal Giulio Mazarino (siglo XVII), primer ministro de Francia con la regente Ana de Austria, lo importó de Italia, a través de la valija diplomática, obligaba al empleo de la cuchara, posiblemente harto de oír sorber el potaje a sus cortesanos (se servía entonces en un bol de doble asa).

          En España era habitual comer en la misma escudilla en la que se tomaban las sopas.

          El plato, como elemento individual, empezó a utilizarse con el rey sol Luis XIV (siglo XVII). Antes, en lugar de platos, se usaba corrientemente una rebanada de pan sobre la que se colocaban las viandas. Se solía repartir después entre los pobres. Para la sopa se utilizaba la escudilla, que servía para dos comensales (también, un solo vaso y un solo cuchillo), especialmente si eran pareja. Así lo exigía la etiqueta, aunque no existiera entre ellos relación alguna. De ahí viene la expresión "¿desde cuándo hemos comido en el mismo plato? para referirse a un exceso de familiaridad.

Cuchillo

          Se debe al cardenal francés Armand Jean du Plessis, duque de Richelieu (1585-1642) el que los cuchillos de mesa tengan la punta redonda. Era muy pulcro y le asqueaba que durante la comida los cortesanos se hurgaran los dientes con la punta de los cuchillos. Mandó redondearlos para evitar esto. La corte pensó que se trataba de una nueva moda y la implantó en París. Como la capital dictaba la moda, ésta fue aceptada sin discusión y la punta redonda se impuso.

Tenedor

          La presencia del tenedor en Europa como utensilio de mesa apareció en Venecia en el siglo XI introducido por la princesa Teodora, hija del emperador de Bizancio, al casarse con el Dux Domenico Selvo. La princesa asombró a los italianos con su refinamiento al utilizar un tenedor de oro de dos púas para pinchar los alimentos y llevárselo a la boca. Así lo hacía en Bizancio.

          Griegos y romanos ya utilizaron un instrumento de dos púas para asir las carnes. En la Edad Media, los tenedores se empleaban únicamente para servir las carnes y tenían dos púas.

          En Francia introdujo el tenedor la italiana Catalina de Médicis al casarse, en 1533, con el monarca Enrique II. El instrumento no llegó entonces a popularizarse.

          Su uso no se extendió entre los nobles hasta finales del siglo XVI, pues entonces se consideraba el refinamiento tan exagerado como el de comer con guantes, tal y como hacían algunas damas elegantes como la reina Ana de Austria.

          El emperador español Carlos V poseía y utilizaba en las grandes ocasiones algunos elegantes tenedores.

          Fue el rey español Felipe III (1578-1621) y su valido el Duque de Lerma quienes implantaron aquí su uso.

          A Inglaterra lo llevó el viajero Thomas Coryate, quien adquirió un tenedor en Francia en 1608. Fue pionero en una sociedad que al principio se había reído de él por considerar el instrumento innecesario y afeminado.

          El pueblo en Europa comía con los dedos hasta el siglo XVIII, época en la que el tenedor se incorporó definitivamente en la mesa como un elemento indispensable.

    

         

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