jueves, 25 de febrero de 2021

El conejo

 

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          El "Lepus cuniculus" es un mamífero lagoformo de la familia de los lepóridos, de hasta 40 cm, de carne magra y algo sosa. Requiere preparaciones especiales para aumentar su sabor.

          Tiene su origen más remoto en el norte de África, desde donde pasó a España y se extendió al sur de Francia y a Italia, gracias a los romanos. El profesor Antonio Bellido opina que la palabra conejo procede de una antigua raíz ibérica que da en latín "cuniculus". Des esta procede la voz castellana, que aparece por primera vez en 1230.

          Los fenicios llamaron a la Península "Sphania", derivado del griego "sphan", que quiere decir conejo. El nombre evolucionó a la Hispania de los romanos y a la España actual.

          La Península fue el punto de partida del conejo salvaje, que se extendió por toda Europa. Se han hallado fósiles ya en algunos yacimientos paleolíticos. 

          La abundancia de conejos en la Península la mencionan todos los escritores antiguos. El poeta Cátulo habla de la "caniculosa Hispania" y Varrón (111-26 a. C.) lo coloca entre las liebres.

          Según Plinio el Viejo (siglo I d. C.) la idea que el conejo da el nombre a España (la forma origina latina era Hispania) viene de "insephem.im" (costa o isla de conejos). En las medallas del emperador Adriano (siglos I y II d. C.), que era de origen hispano, llevan un conejo como símbolo.

La carne del conejo

          La carne del conejo doméstico es blanca, magra y rica en proteínas, vitaminas B, fósforo, hierro, selenio y zinc, según sea su alimentación.

          Contiene 260 calorías por 100 gramos netos. Su carne es tierna por su bajo contenido en elastina. Pero es algo sosa. Para reforzar su sabor se puede maridar unas horas antes con hierbas o vino. Se debe cocinar a fuego lento para que conserve sus nutrientes. Estos son sensibles al calor, especialmente los ácidos omega. Su ïndice Glucémico es de cero.

          Es fácil de digerir y forma parte de recetas de platos tradicionales, algo olvidados por los chefs cocineros. Se dice que un grupo de personas atrapadas en el Ártico no pudieron sobrevivir alimentándose solo de conejos ya que le faltan algunas sustancias esenciales.

https://www.yorokobu.es/por-que-no-podemos-sobrevivir-comiendo-solo-conejo/

NOTAS

          Los conejos se pueden conservar dos o tres días en el frigorífico, una vez adquiridos. El conejo de monte es mucho más fuerte de sabor y conviene macerarlo con algo de vinagre durantes 24 horas.

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