Pastisseria Argentona
Cuando llega Semana Santa las "monas" ocupan un lugar de honor en los escaparates de las pastelerías catalanas. Son célebres dentro y fuera de nuestras fronteras, llevando a los niños una buena ración de ilusión. Los pasteleros trabajan mucho y duro para deslumbrar a sus pequeños clientes.
Historia
En diversos países, después del largo invierno, se celebra el comienzo de la primavera. Por Pascua de Resurrección se regalaba a los niños un pastel adornado con huevos duros- uno por cada año de vida- símbolos de fecundidad y de renovación de vida. El pastel era ofrecido a los niños por sus padrinos de bautizo. Lo llamaban "cristina". Además de los huevos pintados el dulce se adornaba artísticamente con golosinas y confites, lo que convertía la cristina en muy "mona".
Con el paso de los años, la costumbre viene documentada en el siglo XV, al pastel se le empezó a conocer simplemente como "mona de Pascua", nombre que se sigue utilizando en Cataluña.
Las monas de chocolate empezaron a elaborarse artesanalmente en 1920, en los obradores de las pastelerías. Aunque las más elegantes empezaron a fabricarse a finales del siglo XIX, en sustitución de las monas caseras. Hoy son a veces extravagantes obras de ingeniería.
El origen de la palabra mona es discutido...
1.- Quizá provenga de la "munda", cesta de fruta y pasteles que los antiguos romanos ofrecían en marzo a Ceres, diosa de los campos y de la tierra madre.
2.- Puede venir de la "munna" árabe, regalo que recibían los sultanes con motivo del fin del ramadán, el ayuno musulmán.
3.- O del latín "munus", regalo que se hace a alguien.
NOTA
Pueden visitarse las monas de chocolate más originales en el Museo del chocolate en Barcelona.
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