jueves, 21 de mayo de 2020

La ostra a lo largo de la Historia



          Los hombres han comido ostras desde que se hicieron sedentarios. Pero las primeras noticias que tenemos son del griego Aristóteles ( 384-322 a. C.). El filósofo comenta que los griegos eran más golosos de ostras que los romanos y que ya habían trasplantado moluscos (ostras) de la isla de Quios a la vecina isla de Lesbos.

          El escritor latino Plinio el Viejo ( 23-79 d. C.), en su Historia Natural, explica que los primeros viveros de ostras fueron creados por el napolitano Sergius Orata en su propiedad de Bayano en tiempos del filósofo romano Lucius Licinius Crasus (140-91 a. C.). Orata también fue el primero en creer que las mejores ostras eran las del lago Lucrino, al suroeste de la península Itálica.

          El obeso emperador Vitelio (15-69 d. C.) ostenta el récord mundial de engullir ostras: iniciaba sus copiosas comidas, se dice, con 1500 ostras... Los romanos las cocinaban de diversas maneras. Las llamaban "calliblepharis" ("párpados bellos").

          En el Medievo se comieron pocas ostras. El rey francés Luis XIV (1638-1715) comía tranquilamente doce docenas, entre diversos platos.

          En realidad no se pusieron de moda hasta el siglo XVIII, cuando Francia tuvo la gran época de "las trufas de mar", como las llamaba Horacio. Además, la sal pierde su valor como moneda de cambio y quedan libres muchas salinas y marismas.

           El vizconde Mirabeau (1754-1752) tenía por norma tomarse 30 docenas de ostras antes de comer. También Voltaire solía "sorberlas" con gusto y Grimaud de la Reinière afirmaba que las ostras eran un aperitivo perfecto.

          A partir del siglo XIX se celebraban en Francia alegres comidas cuya máxima seducción eran las ostras, con tal gasto de ellas que tuvo que regularse la captura de tan preciados moluscos.

          En España fue el escritor gallego Álvaro Cunqueiro (1911-1981) quien elogiaba en su obra " A cociña galega" la calidad de las ostras de invierno. Con anterioridad era más bien comida de hombres adinerados, que las combinaban con vinos. En Galicia las tomaban también escabechadas.

          En Cataluña, para el aperitivo, las acompañaban también con las famosas anchoas de L´ Escala.

http://elbloggastronomicodesara.blogspot.com/2020/05/las-ostras.html

       

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