https://museoquesomajorero.es/
“El queso: inmortalidad de la leche” (Ramón Gómez de la Serna)
El queso es uno de los derivados lácteos más sabrosos y variados y con mayor tradición en todas las culturas, lo que lo convierte en una excusa perfecta para recorrer la geografía europea de este alimento.
España
En la ciudad extremeña de Trujillo tiene lugar, a finales de abril o principios de mayo, una interesante Feria del Queso. Si decidiéramos tomar parte en sus festejos, podríamos aprovechar para visitar tan impresionante ciudad medieval, conocida como “la de los conquistadores”, con su iglesia Santa María la Mayor, y podríamos albergarnos en el Parador Nacional, edificado en 1533.
La ciudad de Guadalupe y su magnífico monasterio de 1340, y la renacentista ciudad de Cáceres, las ruinas romanas de Mérida y su bien conservado teatro romano, todo cercano, merecen igualmente una visita.
En Valdepeñas (Ciudad Real), capital de la región vinícola de La Mancha, que es la mayor extensión de viñedos del mundo, existe un interesante Museo del Queso y del Vino.
Francia
País de quesos por excelencia, Francia le dedica numerosos museos, algunos en localidades normandas como Livarot y Camembert. Por cierto, a unos pocos kilómetros de esta última población, en Vimoutiers, se erigió en 1928 una estatua a Marie Harel, según dicen creadora del famoso queso, donde también podemos visitar un museo.
En París, la Maison Androuet tiene un Museo del Queso y es, además, una de las tiendas con mayor surtido de toda Francia. Desde esta parte del país podría visitarse la espléndida catedral gótica de Chartres y sus más de 3.000 m2 de maravillosas vidrieras, entre las que se halla una dedicada a los signos del zodíaco.
En las cavas del queso Sociétés, en la localidad de Roquefort-sur-Soulzon, que recibe más de 170.000 visitantes al año, podemos admirar, además del museo:
-Una maqueta animada con una explicación del descubrimiento con luz y sonido.
-Un recorrido por las cavas con explicaciones de cómo se fabrica el queso Roquefort.
-Una sala de degustación de los tres tipos de queso que elaboran.
Se recomienda llevar una prenda de abrigo en cualquier época del año.
https://www.camembert-museum.com/pages/historiques-ile-de-france/androuet-pierre-75.html
Holanda
Se trata del productor más importante de Europa. En Alkmaar, a unos 40 km de la ciudad de Amsterdam, se citan desde abril hasta septiembre productores de todo el país, en un mercado que tiene lugar todos los viernes. Puede visitarse también el Museo del Queso Holandés. También en la localidad de Gouda hay un Museo del Queso.
Un poco de historia del queso
En español, la palabra queso viene del latín “caseus” y se desconoce cuando fue elaborado el primero, pues su origen se remonta a la domesticación de los mamíferos. Probablemente fueron los fenicios quienes elaboraron queso por primera vez en la Península Ibérica, pero los que perfeccionaron su fabricación fueron los romanos a principios de nuestra era, en particular el que usaba leche de cabra.
Durante la Edad Media se desarrolló la industria quesera, usando sobre todo leche de vaca. Desde los monasterios de la Orden del Císter se extendió su fabricación. Debió ser muy consumido entre las clases populares: en el Quijote se dice que “hubo montones de queso en las bodas de Camacho”.
Aunque se habla de más de 500 variedades de queso, en realidad sólo hay 20 tipos básicos con sus variaciones, usando distintas leches. Los hay de tres grandes tipos: los frescos (no fermentados ni cocidos), los fermentados (de masa blanda o dura) y los de masa cocida.
Es un alimento energético y asequible. Su valor nutritivo varía en función del contenido en grasa de la leche usada y su elaboración (fresco, semi, seco). Cuanto más compacto, más proporción de calcio y proteínas. Contiene también algunos minerales y, a veces, cantidad de sodio, por lo que las personas con presión elevada deberán vigilar el que comen.
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