En la liofilización se congela el alimento en una cámara de vacío a menos 40º para que se sublime el agua (pasa del estado sólido al gaseoso sin pasar por el estado líquido), reduciendo mucho el peso y evitando el desarrollo de microorganismos. La técnica ha evolucionado mucho en los últimos tiempos. Los alimentos se pueden conservar así muchos años.
Los liofilizados mantienen sus propiedades nutricionales y organolépticas. Deben protegerse de la luz, de la humedad, del aire, y almacenarse a temperatura ambiente.
Entre estos productos se encuentran: café, té, patatas, especias, hierbas, sopas, helados, etc. Los consumen astronautas, marinos, escaladores.
NOTA
No se deben confundir con los alimentos deshidratados (en hornos especiales). Estos son ligeros pero contienen más agua y pierden nutrientes.
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